Hans Haldimann
Dialekt auf der Leinwand
Ein Interview von Raquel Ruiz mit Hans Haldimann, Schweizer TV-Journalist, Drehbuchautor, Produzent, Kameramann und Regisseur. Seine Ein-Mann-Produktion Bergauf, bergab, ein Dokumentarfilm über das Leben einer Bergbauern-Familie im Schächental, Kanton Uri, läuft seit August 2008 in den Kinos und war mit rund 45’000 Eintritten der erfolgreichste Schweizer Film des Jahres 2008.
© Raquel Ruiz, 2009
Raquel: Erzähl uns doch bitte kurz, wie du dazu gekommen bist, Dokumentarfilme zu drehen.
Hans Haldimann: Ich war nach der Matura zuerst eineinhalb Jahre Primarlehrer, dann habe ich Geographie, Soziologie und Geschichte studiert und war für kurze Zeit Mittelschullehrer. Eigentlich habe ich während des Studiums, anstatt in die Vorlesungen zu gehen, gelernt, Zeitungsartikel zu schreiben und habe für Zeitungen geschrieben, so bin ich Journalist geworden. Später hat mir jemand vom Fernsehen einen Job als Reporter angeboten. Mit der Zeit habe ich dann gemerkt, wie es mit den Bildern und der Bildsprache funktioniert. Im Fernsehen war immer alles unglaublich kurz und schnell, und ich hatte den Wunsch, längere Produktionen zu machen, so begann ich Dokumentarfilme zu drehen.
Raquel: Herzlichen Glückwunsch zum Erfolg deines Films Bergauf, bergab. Was hat dich bewogen, so einen Film zu drehen?
Hans Haldimann: Am Anfang war die Idee, etwas über die Heimat, über das „zu Hause sein“ zu erzählen. Ich wollte etwas mit Leuten machen, die eigentlich stark heimatverbunden sind und doch immer herumziehen, nomadenähnlich. Und so bin ich auf diese Bergbauern gestossen. Das war der Antrieb. Dass ich diese Familie für den Film gefunden habe, war ein Zufall. Ich musste für das Fernsehen in diesem Ort eine Reportage machen und am Schluss, als alles fertig war, habe ich einen Bauern gefragt, ob es hier auch noch solche Bauern gebe, die immer herumziehen. Ja, hat er gesagt, sein Nachbar sei so einer und dann habe ich bei diesem Nachbarn geklingelt und so ist es zustande gekommen.
Raquel: Die Sprache, in diesem Fall der Urner Dialekt, spielt eine sehr wichtige Rolle in diesem Film. In wie vielen Sprachen wurde oder wird er untertitelt oder synchronisiert und mit welchem Erfolg?
Hans Haldimann: Die meisten Kopien haben keine Untertitel. Dazu gibt es je eine Fassung mit deutschen, französischen und englischen Untertiteln. Ich habe das Gefühl, der Erfolg der letzteren beiden Versionen war nicht sehr gross. Ich denke, der Film funktioniert sehr stark über die Sprache, wie diese Leute sie sprechen, und man muss wirklich ein bisschen verstehen, was sie sagen. Ich war in sehr vielen Vorstellungen und habe bemerkt, wo die Leute selbst lachen und wo sie nur mitmachen. In Deutschland, mit deutschen Untertiteln, habe ich es viel weniger gespürt, dieses Mitmachen. In Österreich zeigte ich eine Version mit englischen Untertiteln (weil es noch keine mit deutschen Untertiteln gab), und dort waren die Leute noch viel weniger involviert. Ich habe das Gefühl, das Verstehen der Sprache, dieses Dialektes, spielt hier eine enorm grosse Rolle.
Raquel: Und synchronisiert wird dein Film nicht?
Hans Haldimann: Nein, das wäre zu teuer und wird bei Dokumentarfilmen eigentlich nicht gemacht.
Raquel: Was hältst du im allgemeinen von Synchronisation und Untertitelung?
Hans Haldimann: Ich persönlich mag es nicht, wenn Filme synchronisiert werden. Wenn es sich um Filme in westeuropäischen Sprachen handelt, versteht man oft viel. Untertitel sind da viel besser, denn es ist sehr wichtig, auch in Filmen wie Bergauf, bergab, den Charakter, die Stimmung, die Tonalität der Sprache aufrechtzuerhalten, sonst wirkt vieles künstlich, nicht mehr echt, und wichtige Aspekte gehen verloren.
Raquel: Wie wichtig ist für dich die spontane Art der Kommunikation in einem solchen Film und allgemein im Kino? Ursula Meier, die Schweizer Regisseurin von Home sagt, die Sprache sollte nicht den Film erklären, nur begleiten. Bist du damit einverstanden?
Hans Haldimann: Beim Dokumentarfilm handelt es sich ja gezwungenermassen um spontane Aussagen und nicht um geschriebene Dialoge, die dann umgesetzt werden. Ich persönlich halte nicht viel davon, bei Dokumentarfilmen die Leute bestimmte Aussagen x-mal wiederholen zu lassen, bis sie dem Regisseur ins Konzept passen. Ein Dokumentarfilmer sollte ein Klima schaffen können, eine Stimmung, in welcher die Protagonisten frei von sich erzählen, sozusagen als handle es sich um ein informelles "Gespräch am Küchentisch". In einer solchen Stimmung entsteht dann oft das, was ich "Geschenk der Protagonisten" nenne: dass sie von sich aus etwas sagen, das zu fragen mir gar nie in den Sinn gekommen wäre, und das viel erhellender, lebendiger und eindringlicher ist als die Antwort auf eine Interviewfrage. Insofern ist die spontane Art der Kommunikation unabdingbar für einen guten Dokumentarfilm.
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© Raquel Ruiz, 2009
Dialecto en la gran pantalla
Una entrevista de Raquel Ruiz con Hans Haldimann, periodista de la Televisión de la Suiza Alemana, guionista, productor, cámara y cineasta. Bergauf, bergab, escrita, filmada, dirigida, realizada y producida por él mismo, es un documental sobre la vida de una familia de agricultores de alta montaña en Schächental, cantón de Uri, Suiza, estrenada en agosto de 2008 en los cines de todo el país, y declarada película suiza más taquillera del año 2008.
Raquel: Cuéntanos brevemente cómo y por qué decidiste rodar documentales.
Hans Haldimann: Cuando terminé el bachillerato fui maestro durante un año y medio, después estudié Geografía, Sociología e Historia y enseñé durante un tiempo en una escuela secundaria. Pero en vez de ir a clase, durante mis estudios me dediqué más bien a aprender a redactar artículos periodísticos, y empecé a escribir para varias publicaciones, así me convertí en periodista. Posteriormente me ofrecieron un trabajo como reportero de la Televisión de la Suiza alemana. Con el tiempo fui aprendiendo el lenguaje y el mecanismo de las imágenes. En la Televisión todo era increíblemente breve y fugaz, y yo lo que quería era producir películas de mayor duración, esa fue mi motivación para rodar documentales
Raquel: ¡Enhorabuena por el éxito de tu película Bergauf, bergab! ¿Qué te impulsó a rodar una película así?
Hans Haldimann: La idea inicial era hacer una película sobre la tierra, en el sentido del lugar de origen, sobre el sitio donde uno “se siente en casa”. Quería trabajar con gente profundamente enraizada pero que al mismo tiempo se traslada continuamente de lugar, casi como los nómadas. En el proceso de búsqueda conocí a los agricultores de alta montaña. Ese fue el detonante. Por casualidad conocí a la familia protagonista. Yo estaba en esa región para hacer un reportaje para la Televisión, y cuando terminé le pregunté a un agricultor si todavía había agricultores nómadas de alta montaña, me dijo que eso era justamente lo que hacía su vecino, así que fui a su casa, llamé al timbre y ahí empezó todo.
Raquel: La lengua, en este caso el dialecto del cantón de Uri, juega un papel muy importante en esta película. ¿En cuántos idiomas se ha subtitulado o se va a subtitular o doblar? ¿Con buenos resultados?
Hans Haldimann: La mayoría de las copias no tienen subtítulos, pero hay una versión con subtítulos en alemán (importantes porque el dialecto de la película no es fácilmente comprensible en Alemania o Austria), francés e inglés. Creo que estas últimas versiones no tuvieron mucho éxito. Pienso que el dialecto, tal y como lo hablan los protagonistas, es un elemento clave para la comprensión de esta película, y por eso es fundamental entender, aunque solo sea un poco, lo que dicen en la lengua original. Estuve presente en muchísimos estrenos y me di cuenta de cuándo se reía el público de verdad y cuándo se dejaban simplemente llevar... Por ejemplo en Alemania, con subtítulos en alemán, sentí que había mucha menor participación del público. En Austria proyectamos una versión con subtítulos en inglés (porque entonces todavía no disponíamos de subtítulos en alemán), y allí el público estaba aún más ausente. Tengo la sensación de que la comprensión lingüística, en este caso de un dialecto, juega un papel decisivo en este tipo de cine.
Raquel: ¿No habrá doblaje?
Hans Haldimann: No, sería muy costoso, y, normalmente, los documentales no se doblan.
Raquel: ¿Qué opinas del doblaje y la subtitulación en general?
Hans Haldimann: A mí personalmente no me gusta el doblaje. Cuando se trata de películas en idiomas de Europa occidental, muchas veces se comprende gran parte de los diálogos del original, así que es mucho mejor subtitular, porque es muy importante, sobre todo en películas como Bergauf, bergab, conservar el carácter, el ambiente y la tonalidad de la lengua original, si no todo parece artificial, se pierden la autenticidad y aspectos importantes del original.
Raquel: ¿Qué importancia tiene para ti la comunicación espontánea en películas de este tipo y en el cine en general? Otra cineasta suiza, Ursula Meier, directora de Home, dice que la lengua no debería explicar la película, solo acompañarla. ¿Estás de acuerdo?
Hans Haldimann: En el caso de los documentales se trata, obviamente, de diálogos espontáneos, no de escritos que luego se incorporan a la película. Cuando ruedo un documental, a mí personalmente no me gusta hacer repetir a los protagonistas una y otra vez determinadas expresiones hasta que encajan en el esquema preconcebido del director. Un director de documentales debería ser capaz de crear un clima, un ambiente en el que los protagonistas hablen libremente, por sí mismos, como si se tratara de una “charla informal en torno a la mesa de la cocina”. En un ambiente así surge muy a menudo lo que yo llamo “regalo de los protagonistas”, que cuentan voluntariamente cosas que a mí no se me hubieran ocurrido y resultan mucho más esclarecedoras, más vivas e intensas que las respuestas a preguntas de una entrevista. En ese sentido, la comunicación espontánea es indispensable para un buen documental.
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